lunes, 26 de octubre de 2009

Koan V

Ikkyu, el maestro Zen, era muy listo incluso de joven. Su maestro tenía una valiosa taza de té, una rara antigüedad. Un buen día Ikkyu rompió la taza. Al oír los pasos de su maestro, escondió los trozos detrás de su espalda con una mano. Cuando el maestro apareció, Ikkyu le preguntó:

"¿Porque tiene que morir la gente?"

"Es natural." - explicó el maestro - "Todas las cosas tienen que morir, pues son finitas." - concluyó.

Ikkyu le mostró a su maestro los trozos de la valiosa taza, añadiendo: "Le ha llegado el momento a tu taza".

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