Sozan, un maestro Zen chino, se encontró una vez con esta pregunta de un estudiante:
- "¿Qué es lo más valioso del mundo?"
El maestro respondió: - "La cabeza de un gato muerto."
- "¿Por qué es la cabeza de un gato muerto la cosa más valiosa del mundo?" - preguntó el estudiante.
Sozan respondió: - "Porque nadie puede ponerle precio."
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